Llevamos años hablando de moda inclusiva, moda adaptada, diseño inclusivo, diseño para la inclusión, moda para todos, accesibilidad de la moda, etc.
En las redes sociales aparece una lista de hashtags y nombres que combinan estas palabras para asegurarnos de que comunicamos bien y nos dirigimos a nuestro público objetivo.
¿Qué está pasando?
Encontramos diversidad de opiniones sobre cómo debemos llamar a la ropa diseñada para personas con discapacidad.
Algunas personas prefieren la palabra adaptado, mientras que otras prefieren la palabra inclusivo. Lo mismo ocurre con la palabra discapacidad y diversidad funcional.
En realidad, nadie tiene una terminología definida para identificar la moda inclusiva/adaptativa.
La cuestión no es si llamarlo moda inclusiva o ropa adaptada, la cuestión es si necesitamos añadir etiquetas diferenciales a los productos accesibles.
Sabemos que aplicar la accesibilidad en el diseño es beneficioso para toda la población, porque todos utilizamos la accesibilidad y nos facilita la vida.
Diseñar para la accesibilidad no significa productos específicos para personas con discapacidad, así que ¿por qué llamarlo de alguna manera?
Moda adaptada
Ropa adaptada es ropa que ha sido transformada, ajustada para satisfacer necesidades específicas, como el uso de tubos de respiración, bolsas de ostomía o simplemente para adaptarse a cuerpos no estándar, como amputados, personas pequeñas o usuarios de sillas de ruedas.
Moda inclusiva
Moda inclusiva es la moda que es igual para todos. No hay adaptaciones ni ajustes, el diseño tiene la funcionalidad y la accesibilidad necesarias para servir al mayor número posible de personas sin necesidad de ser modificado.
En mi opinión, todos los productos y servicios deben ser inclusivos, y si es necesaria una adaptación para que otros grupos puedan utilizarlo, entonces lo llamamos moda adaptada.
Cuando una prenda es específica y sólo para personas con discapacidad, se trata de moda adaptada, porque sólo sirve a un grupo. Por ejemplo, nuestros pantalones para sentarse se diseñaron para estar sentado permanentemente. Si te pones de pie, tienen más forma en la espalda y son más voluminosos que los pantalones diseñados para estar de pie.
Diseñar la accesibilidad
Lo más importante es diseñar la accesibilidad sin hacer adaptacionespara que todos puedan llevar la misma prenda.
Además, evitamos los costes de producir una línea de ropa específica para un sector concreto del mercado.
Cuando añada etiquetas a sus diseñosPiense en esto: ¿le gustaría tener una sección de Moda adaptada, o preferiría la misma ropa para todos?
Póngase en la piel de las personas con discapacidad, pregúnteles qué piensan, con qué se identifican, qué prefieren... Hágales partícipes de su estrategia de diseño y comunicación. Sólo así tendrá éxito.
Estoy convencido de que en unos años habrá una palabra unificada y aceptada con la que todos nos sintamos cómodos.
Mientras tanto, seguiremos utilizando los términos moda inclusiva y ropa adaptada.
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